El día que dejé de cuestionar y juzgar a mis padres

En mi primer año de vida mis papás se divorcian….

Sanando mi relación con papá

Lo que yo recuerdo es haber visto muy poco a mi papá, a mi hermanita y no recuerdo haber visto nunca a mis tíos, abuelos o primos, conforme pasaban los años mi mente fue formando pensamientos y recuerdos con base a un lado de la historia y con acciones que yo creía ver, además, creía fielmente en el recuerdo de mi memoria, pasaba el tiempo y mi mente se iba llenando de percepciones, de prejuicios, de rencores y de pensamientos poco saludables para este tipo de relación tan importante en la vida de cualquiera.

Ahora que lo pienso para contarte esto, la cosa era un poco rara, nunca me hablaron mal de él y siempre me insistían en que debía estar pendiente de él. Yo nunca lo vi como el malo de la película, simplemente lo veía como algo normal entre padres separados, algo por lo que cualquier persona pasaba en esta misma situación. Aunque si les confieso que de vez en cuando lo juzgaba y mucho (pero no se lo digan jejejeje)

Conforme fueron pasando los años y gracias a la persona que tenía como pareja en el momento, fui acercándome poco a poco a esa familia que aunque sabía que era mía, la percibía como extraña.

Sin embargo, Sentí como rápidamente fui encajando, obvio, eran mi familia también, probablemente tenía gustos, formas de pensar y de actuar similares a ellos. (Break) el ADN no me ha dejado de sorprender, hoy cada vez qué paso más y más tiempo con ese lado de mi familia me impresionó al descubrir de donde provienen muchas cosas raras de mi, mañas al comer, al hablar incluso a mi carrera.

Luego de esa pausa prosigo con la historia, para no hacerte este cuento tan largo, triste o aburrido, te resumo en que en unos quizá 15 años logré acercarme y construir una buena relación entre mi papá y yo, nos veíamos o hablábamos mucho mas seguido, a pesar de que nos separaba el trabajo del día a día y cuando decidí irme de mi país natal, también nos separaba esa distancia, sin embargo eso no detuvo nuestra comunicación.

Gracias al contacto que manteníamos, durante todo mi proceso de aprendizaje en el que los juicios y las percepciones dejaron de tener espacio en mi mente, en mi camino por vivir con base al amor, un buen día y gracias a la oportunidad que me dio el universo de volver a ver en persona y no por video llamada  a mi papá, logré tener una conversación “de adultos” como él la llamó.

Aunque quisiera, no voy a contarte exactamente de que hablamos porque la verdad es que son asuntos muy privados y mi intención no es herir a nadie con esto, lo que si te puedo contar es lo increíble que fue, me abrió la puerta a una historia totalmente desconocida para mí, llena de situaciones creíbles, reales, de arrepentimientos, pero además de sentimientos maravillosos que salieron a flote que me hicieron afianzar aún más mi nueva forma de ver a las personas.

No importa si tus padres vivieron contigo siempre o si alguno de ellos no estuvo o quizás ninguno estuvo. Querida, créeme cuando te digo que cualquier historia tiene tres versiones:  la de un lado, la del otro y la verdadera.

Permítete tener esa conversación de adultos con tus padres, es lo más maravilloso que puedes hacer, el darte cuenta que mientras tú eras pequeña y tú mundo eran solamente ellos, ellos estaban luchando sus propias batallas personales y laborales, aprendizajes que la vida les entregaba así como hoy te los está dando a ti. De pequeño tú no entendías que el tráfico estaba muy pesado y que tu papá o mamá lidió con el por dos o más horas y que quizás había tenido el peor día de trabajo y por eso su cansancio, mal humor o tardía al llegar a casa, hoy si lo entiendes, verdad?

Así que lánzate sin miedo, sin preparar terreno, simplemente un día que ambos estén sentados en el mismo lugar, siéntete libre de hacer las preguntas que despejen tus juicios hacia tus padres. Luego que lo hagas te invito a que vuelvas a este post y me des tus comentarios, quiero leer como te fue, estoy segura que tu experiencia también será increíblemente soñadora para ti.